MARCA PERSONAL Y BRANDING

¿Por qué es importante el branding en tu negocio?

Todo el trabajo que se realice en el negocio es importante y, en el caso de crear una marca personal, más. Tienes que tener en cuenta que todo aquello que ayude a 'cultivar' la identidad de tu empresa es indispensable para que sepamos qué es lo que queremos decir y cómo queremos que llegue el mensaje a nuestro cliente.

Es la forma perfecta de poner sobre la mesa los conocimientos y habilidades, los productos y los servicios y, como consecuencia, el negocio en sí. Para ello, es importante saber qué imagen queremos mostrar y qué imagen llega de nosotros a nuestros clientes. Justo ahí, es dónde entra la construcción del branding. Cuanto más definida tengamos nuestra imagen, más se ajustará a lo que nosotros mostramos y, por tanto, más beneficios obtendremos.

Ventajas del branding para tu empresa

Te mostramos cuáles son los beneficios de crear tu marca personal y branding:

• Te ayuda a consolidar tu marca.

• Hace que tus clientes objetivos te reconozcan fácilmente.

• Ofrece datos precisos de tu negocio para que puedas cambiar aquello que no funciona.

• Hace posible que puedas identificar quiénes son tus clientes potenciales para ir de forma concreta 'a por ellos'.

• Consigue que puedas ahorrar tanto tiempo como recursos ya que sabrás exactamente qué es lo realmente funciona.

• Tendrás beneficios económicos ya que podrás implementar mucho mejor las técnicas de marketing en los proyectos que tengas.

• Te ayuda a que puedas introducir nuevos servicios y productos.

• Tu cliente tendrá mayor fidelidad contigo.

• Mejora el posicionamiento de tu empresa frente a la competencia.

• Consigue que tu cliente cree una relación más personal con tu producto o servicio.

• Mejora la comunicación de la marca y su imagen.

Cómo construir tu marca personal. ¿Qué necesita un buen branding de marca?

A la hora de crear el branding de tu empresa es importante tener en cuenta varios aspectos que, por supuesto, se analizarán y trabajarán uno a uno.

1.Vas a tener que definir tus objetivos. O lo que es lo mismo, qué es lo que quieres y hasta dónde quieres llegar. Tener un rumbo qué seguir.

2.Saber quién es realmente el público objetivo. Es importante para saber a quién nos dirigimos y, de este modo, saber cómo contar las cosas.

3.Definir tanto el mensaje como el tono. Relacionado con el punto anterior. Qué es lo que queremos decir y cómo queremos hacerlo.

4.Definir la imagen corporativa. Un logo que consiga que tus clientes te reconozcan fácilmente y puedan asociarla a tu negocio. Aquí es importante saber qué es lo que ofrecemos a la hora de elegir también la tipografía, el color o los elementos.

5.Definir las acciones a seguir. Como te hemos dicho antes, es importante tener un rumbo a seguir. Así que, vamos a tener que definir qué vamos a hacer.

6.Medir los resultados. Y, por supuesto, hay que ir valorando en cada acción cuál es la respuesta de nuestros clientes o nuestros potenciales clientes para saber si realmente está funcionando.